lunes, 16 de junio de 2008

Sin escape

Sentado sobre el respaldo de un banco del paseo marítimo, fumando hierba, así es como comenzo a observar al mundo.

Miles de personas pasaban por allí a diario, pero podían reducirse a 4 o 5 patrones que se repetían continuamente con alguna que otra variación sin apenas importancia. No pretendía pararse a conocerlos a todos.

A ciertas horas la vía era un mar de gente, había demasiadas tiendas en aquella calle como para que no pasase nadie. Parecía una gran zona comercial, con colores y luces llamativas, que facilmente podrian confundirse con clubs de alterne. Al fin y al cabo todo se reducía al vicio.

La gente entraba en cada establecimiento con las manos vacías y salía con ellas llenas de bolsas, pero lo que ahora se encontraba vacío eran sus bolsillos. Un continuo flujo de dinero y productos, bienes materiales o servicios efímeros, ganar y gastar.

Esa misma gente que salía de la tienda con cara de satisfacción era la que los domingos rabiaba por el trabajo del día siguiente, la de las jornadas interminables, la que pringaba los puentes y maldecía a sus jefes, la que se rompía la cabeza con curro de esclavo para llegar a fin de mes.Y en los ojos de una mujer que formaba parte de ese conglomerado de gente lo vio. Sistematización colectiva. Un fugaz y pasajero sentimiento de complacencia feliz con cada adquisición. Una sonrisa comprada junto con un artículo, que en el mejor de los casos tan sólo duraba unos días. Una esclavitud del dinero bien sobrellevada porque, en este "estado del bienestar" todo el mundo puede consumir, aunque sea poco.Y no es todo culpa de esas personas... de hecho no lo es la gran mayoría. Un entramado sólido y bien montado que envuelve como una red a la sociedad en la que vivimos. La sociedad de consumo, la de la impaciencia y la avaricia, la del color del dinero.

Pero en ese momento cayó en la cuenta de algo verdaderamente molesto. Para el porro que seguía fumando, había utilizado un Marlboro. Calzaba unas Nike, un pantalón Circa y una camiseta de DC le envolvían y unas Rayban escondían sus ojos.

¿Un iluminado?....... Tan sólo un diente mas del engranaje.



[Pic: Banksy]

2 comentarios:

  1. asi es, sin quererlo, o queriendolo, formamos parte.Con o sin conocimiento de causa.

    un beso carlos, diente

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  2. Esta claro que el mundo, si va mal, es por el mundo capitalista al que nos tienen tan mal acostumbrados.
    Unos tanto y otros tan poco.
    Gabriel Garcia Marquez dijo: El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.
    Que razón tiene.
    un saludo!

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