Escucho a los eternos equidistantes,
que tanta desazón me producen,
pregonar a los cuatro vientos
que ningún extremo es bueno.
Pues se equivocan, amigos,
porque hay cosas que solo el extremo admiten.
O se es antirracista, o racista indefectiblemente.
En esto no hay grados, medias tintas,
ni maldita y cómoda equidistancia.
Dimitri Ryznard. Intentos de poesía [Fragmento]
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